los megores amigos del  
                                                 
          
                                                           hobre
        

CachorroEn el blog de Mistica y en el artículo titulado Juan Lado Palmier, el asesino de un perro he leido y he visto un maltrato y posterior muerte de un perro que me ha dejado muy impresionado, por ello:
.

Dedico este artículo a tod@s aquell@s que de verdad aman a las mascotas.

El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta que decía: “Cachorritos en venta”.

Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito pareció en la tienda preguntando: “¿Cuál es el precio de los perritos?”.

El dueño contestó: “Entre $30 y $50″. El niñito metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas: “Sólo tengo $2.37… ¿puedo verlos?”.

El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra corriendo seguida por cinco perritos.

Uno de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás.
CachorrosEl niñito inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba. “¿Qué le pasa a ése perrito?”, preguntó.

El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida.

El niñito se emocionó mucho y exclamó: “¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!”.

Y el hombre replicó: “No, tú no vas a comprar ese cachorro, si tú realmente lo quieres, yo te lo regalo”.
Cachorrillos
Y el niñito se disgustó, y mirando directo a los ojos del hombre le dijo: “Yo no quiero que usted me lo regale.
Él vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio completo.
De hecho, le voy a dar mis $2.37 ahora y 50 centavos cada mes hasta que lo haya pagado completo”.

El hombre contestó: “Tú en verdad no querrás comprar ese perrito, hijo.
El nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos”.

El niñito se agachó y se levantó la pernera de su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo: “Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda”.
Felicidad
El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lágrimas… sonrió y dijo:
“Hijo, sólo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú”.

En la vida no importa quién eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, y te acepte y te ame incondicionalmente.

Un verdadero amigo es aquél que llega cuando el resto del mundo se ha ido.




   .

 

 

Hoy habia 12 visitantes (15 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis